sábado, 16 de octubre de 2010

# 34

El Despertar del Corazón



Es un tejido al cuales le escribes todo
Es un tejido personal
Es un libro de un órgano
Pero es un tejido tuyo, de tu autoridad.

En estantes vertiginosos
Que no dejan de de crujir al ondular
A veces las páginas se cortan y gargajean
Pero siempre vuelven a reinventar.

Cuando mis latidos comienzan a latir
Desde el interior de mis costillas
Las luciérnagas suben prismáticas
En libélulas dormidas
Se alojan en mi medula
Caja eco a veces vacía
Comienza el ritual de la polilla
Amorosas brillan
Y solo cuando alcanzan una luz mas allá de la luz
Se transforman en decasilabas.

Estas son las aves que de tanto en tanto el viento congelan
Para quedarse quietas
Para transformarse en lienzos; paisajes de trementina, tinta y tempera.

Libro que no olvida nada
Tejido que brilla y no deja de brillar
Cortafrío que escribe a pulso
Hojas que no dejan de procrear.

Tejido de un solo cuerpo
Dentro de otra librera Transdimensional.