jueves, 28 de mayo de 2009

#11

Yo vi que venia de las penumbras abatido
Con la capa como bufanda
Despedazada por el la fricción del movimiento.

El corazón lo tenía abierto
Y el esternón destrozado
La sangre brotaba
Se deslizaba por los caminos que crea el viento
Su vida pintaba el techo, las paredes y el piso.

Yo vi que sus ojos estaban muertos
La retina corrida
El iris quemado
No se podía decir que en sus cuencas oculares
Realmente aun habían ojos
Y mucho menos que estaban muertos
Pero se podía percibir un brillo
Inestable que revoloteaba
Como una luciérnaga dentro de su cabeza.

El metálico de la sangre
Agravaba el oxido del túnel
Mi olfato había colapsado
Mientras que el aparentemente no respiraba
Debía ser por la herida
Ahora fuente semi seca
Vaciada cuidadosamente por el viento.

¿Que la habrá pasado?
Por que viene hacia ami
¿Y nunca llega?
Habrán sido los colmillos de Leviatán
O la el claustro de las espadas voladoras
Incluso podría haber sido una mujer
Que en su presente nunca existe.

Cuando finalmente estuvo frente a mí
Se detuvo como cuando se detiene
El reflejo del espejo en mi frente...

No pude ver sus ojos ni su cara
Puesto que a su alrededor todo vibraba
Y oscilaba estrepitosamente
Como la cuerda de un contra bajo
Como se debe sentir estar en medio de
Céfiro, Bóreas, Euro y Noto.


¿De que se reirá esta pobre alma?
(Pensé, si es que realmente se estaba riendo)
"Si tienes la oportunidad juega
Las heridas a veces no las cura el tiempo
el calvario nos recuerda que estamos vivo
Y
Yo ahora, estoy mas vivo que nunca
Con ojos que ven mas allá que los tuyos
Con un corazón de león y una pluma de álcon
Con una luciérnaga inspiradora dentro de la cabeza”.

Desapareció en lo que pestañearon mis ojos
Supe que se reía de mi ingenuidad
Me sentí avergonzado
De haber pensado que el iba a morir
Y me sentí aun más desesperado cuando supe
Que el único muerto hasta ahora
era yo.